Los hábitos más sencillos para ahorrar en la energía de tu casa

Cambiar ciertos hábitos o rutinas puede servir para derrochar menos luz y gas, además de ahorrar en la factura del hogar. Se trata de adquirir prácticas sencillas que, realizadas día a día, ayudarán a ahorrar energía y a cuidar el planeta. Os enumeramos algunas acciones muy sencillas de hábitos para usar la energía de la manera más sostenible.

Optar por las bombillas de bajo consumo para ahorrar energía

Sustituir las bombillas normales por las de bajo consumo es un gesto que puede ayudar a ahorrar hasta un 80% de energía. También hay que acordarse de apagar las luces de cada una de las estancias cuando no se necesiten. Además, resulta muy importante elegir las bombillas adecuadas según las necesidades del usuario y quitarles el polvo a menudo, lo que hace que siempre haya más luz en la estancia.

Usa electrodomésticos eficientes

En los años 90, por la introducción de una nueva normativa europea, los electrodomésticos comenzaron a clasificarse con la etiqueta energética. Esta categorización nació para ofrecer al consumidor una información transparente sobre los niveles de consumo de cada aparato. De esta manera, aquellos electrodomésticos que posean una etiqueta A+++, A++, o A+ serán los que menos energía consuman, en contraste con los que tengan una etiqueta C o D, caracterizados por sus altos consumos. A pesar de que los electrodomésticos eficientes pueden ser más caros en el momento de compra, supondrán un gran ahorro a medio y largo plazo.

Aísla tu hogar de la mejor manera posible

Una de las mejores cosas que puedes hacer para ahorrar energía es aislar correctamente la casa. Tener tu hogar aislado tanto del frío en invierno, como del calor en verano te ayudará a prescindir de aires acondicionados y otros electrodomésticos, suponiendo al final de mes un ahorro notable. Aislar puertas y ventanas con burletes, recurrir al doble acristalamiento, cubrir el suelo con alfombras o aislar tuberías y el tanque de agua caliente, son algunas ideas para optimizar la climatización del hogar minimizando el consumo energético.

Evitar el ‘Stand-by’ de tus aparatos eléctricos

Apagar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando, en vez de dejarlos en stand-by supone gastar hasta un 12% menos de electricidad. Hay que tener en cuenta, también, que los cargadores enchufados a la corriente, aunque no estén conectados al aparato, consumen electricidad.

Una solución a esto, son las regletas que permiten desconectar estos aparatos de una forma rápida. Así podrás desconectar varios aparatos de usa sola vez. Otra opción son los enchufes inteligentes que conectan y desconectan completamente los aparatos sin desenchufarlos e incluso son programables (aunque también son más caros que las tradicionales regletas).

Mantenimiento periódico de los aparados para ahorrar energía

Realizar un mantenimiento periódico de los aparatos eléctricos y de climatización evita que se estropeen antes de tiempo y que tengan que realizar un sobreesfuerzo energético para funcionar. Una revisión anual o semestral puede ayudarte a prevenir roturas y ahorrar energía y dinero.

Tapa las sartenes y ollas al cocinar

Este hábito aplica para quienes tienen cocinas eléctricas y puede parecer algo muy sencillo, pero gran parte del calor que se genera al cocinar se escapa si no utilizamos una tapa. No solo tardarás más en calentar la sartén o poner a hervir el agua, sino que además consumirás más energía.

No abras el horno mientras está en uso

Cada vez que abrimos el horno mientras está en uso pierde entre 25 y 50 grados centígrados de temperatura. Esto supone que el gasto energético se multiplique, ya que el horno debe recuperar la temperatura que hemos marcado, por lo que debemos evitar abrir la puerta del horno a menos que sea imprescindible.

 

Información obtenida: eluniverso.com, tecnocasa